miércoles, 18 de febrero de 2015

Los protectores

¿Cuándo se intercambian los papeles? ¿A qué edad dejan de protegernos nuestros padres y somos nosotros quienes intentamos dorarles las píldoras que esta vida nos hace tragar? 

Siempre he vivido entre dos ríos. El exclusivamente femenino, cerrado y estricto del internado y el masculino, abierto y salvaje, de mis hermanos. Mi madre apenas intervino en mi educación. La mayor parte del tiempo no fue más que un tamagotchi a la que había que prestar unos cuidados mínimos para que no le ocurriera nada. Lo que aprendí de ambos mundos es que a los padres hay que protegerlos, aislarlos de la verdad, hacerles creer que su hija de 18 años aún es virgen y su hijo sólo utiliza la moto para circular de forma civilizada por las carreteras. 

Hoy el PP, derogando la ley que permitía a las mujeres de 16 a 18 años abortar sin el conocimiento ni permiso de los padres, está entorpeciendo la obligación filial de aislar a los progenitores de la realidad. Es fácil imaginar que lo correcto está del lado de quienes restringen las libertades. Después de todo, los hijos, para muchos padres, son sólo apéndices de ellos mismos, esclavos que deben obedecer sin oponerse porque para algo les proporcionan los medios necesarios para subsistir. 

Tenía una compañera en el internado de padres muy estrictos, muy católicos practicantes, muy cerrados. La madre solía decir: Antes muerta que eso. Eso era un eufemismo de violada. Si mi compañera hubiera sido violada, o se hubiera quedado embarazada de su pareja -de haberla tenido-, ¿no tenían esos padres el derecho de permanecer ignorantes? ¿Es que a sus pequeñas mentes saturadas de moral religiosa, había que castigarlas con la obligación de saber que la hija iba a abortar? Por supuesto, no me cuestiono que los padres puedan obligar a una hija a tener un bebé que no desea. Ante la cerrazón paterna, siempre queda la justicia. 

4 comentarios:

  1. Dentro de mi sentimiento de un comportamiento individual de libertad, dentro de unos cauces que no produzcan daño a terceros, precisamente, en cuanto al aborto, no logro tomar una postura decisiva, porque, por un lado, opino de que cada mujer es dueña de su cuerpo, libre de decidir si seguir o no adelante con el embarazo, pero por otra:
    ¿Puede decidir una adolescente de trece años?
    ¿No es un asesinato abortar a los ocho meses de embarazo?
    ¿Debe quedar todo a criterio de la mujer sin limitación alguna?
    ¿Es justo establecer unos límites?. Caso positivo, ¿cuando?.
    En verdad, que en este asunto soy un mar de dudas.

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    1. La verdad es que es un tema muy complicado, fácil de dudar de nuestras propias ideas, por muy claras que las creamos tener. Los que están sin un ápice de dudas contra el aborto ponen como asesinato el deshacerse de un óvulo inseminado. Pero, ¿por qué la distinción entre inseminado o no? Cualquier mujer podríamos ser considerada como asesina por no hacer lo posible porque cada uno de nuestros óvulos sea inseminado y se termine convirtiendo en una persona.

      Respecto a una adolescente de 13 años embarazada, legalmente, en nuestro país, nunca ha tenido el derecho a decidir por ella misma a abortar. Pero, en este caso en concreto, a esa edad, creo que los padres tampoco serían buenos consejeros. Si una niña de esa edad se queda embarazada -cuando se tiene curiosidad, pero también se es bastante pasiva para conseguir determinadas cosas- los padres han tenido que facilitar esa situación de alguna forma: por falta de cuidados o excesiva permisividad. En estos casos, con niñas embarazadas a tan temprana edad, quizás quien debería tomar la decisión para el bienestar de la niña, sería un juez.

      Con ocho meses el feto es un bebé completamente desarrollado, capaz de vivir por sí mismo. Si el feto muere en el proceso de dar a luz, sería porque es inviable con la vida o porque se ha hecho algo voluntario para que el niño fallezca y, en ese caso, sí sería un claro asesinato. Pero, resultaría muy contradictorio e incomprensible que eso ocurriera; primero, porque dudo que cualquier médico se prestara, y segundo, porque la madre sólo tendría que dar en adopción al niño, sin necesidad de tener ningún lazo afectivo con él.

      A mí también me sume en un mar de dudas el que sea únicamente la mujer la que decida tener o no al niño. En una relación sexual intervienen dos personas. ¿Y si es el hombre el que quiere ante todo tener ese niño y se presta a cuidarlo después del nacimiento? Es imposible decidir sin creer inmediatamente que es la opción errónea.

      Creo que el aborto jamás se debería poner en duda en determinados casos: peligro de la vida de la mujer, inviabilidad del feto o enfermedad grave, y violación. En el resto de los casos la ley de plazos es la correcta, creo.

      Por fortuna nunca me he encontrado en esta situación y estoy agradecida por no haber tenido que enfrentarme a una decisión tan complicada.

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  2. Dejando de lado la moral, la religión, y todo aquello que pudiera intervenir en una decisión meramente científica, sobre el hecho de cuándo un feto se considera una persona, lo cual el aborto es un asesinato. Cuando la masa de células se considera un ser humano? Cuándo se considera que esa masa de células es un organismo independiente y no una extensión de la madre? desde el momento de la concepción? cuando ya el feto es capaz de sobrevivir fuera del vientre de la madre?

    Aún desde un punto de vista tan objetivo, es algo tan complicado decidir, imaginense, como nos gusta a los humanos complicar las cosas, considerar todos las aspectos que en un principio aparté.

    En lo personal, considero que un aborto es un asesinato. Ahora, que habrá veces que hay que obrar en "defensa propia", pues la leyes permiten eso. Que arruinará la la vida de una inocente o de una familia entera? debieron pensar en ello antes de cometer la locura. Ahora, si la inocente criatura fue algo fortuito, bueno, que el estado lo adopte para sí, lo eduque y entrene para ser un político correcto, sano, sin mañas, para que en un futuro tome las riendas del país.

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    1. A más de una persona he escuchado comentar que hubieran preferido no haber nacido, no haber tenido nunca conciencia. Cuando se tiene un crío se le impone la existencia. Pensamos que en todo momento la vida es lo correcto y lo bueno, pero en realidad es tan cruel como despertar del coma a un enfermo terminal para advertirle que va a morir.

      Es muy complicado el tema del aborto. Lo más paradójico es que quienes más lo censuran -los sacerdotes y personas muy religiosas- han sido quienes más lo han incitado por imponer una moral muy restrictiva donde las madres solteras eran pecadoras y una vergüenza para las familias. Algo tan retrógrado aún se da en los pueblos pequeños.

      Si todo niño no deseado pudiera llevarse a cabo y ser adoptado, sería perfecto. Pero es el embarazo lo que muchas mujeres no se pueden permitir: mujeres que viven solas y tienen trabajos precarios, o que de ellas depende toda una familia, o que serán arrojadas de sus casas si sus padres se enteran, o que viven en un ambiente muy cerrado moralmente y tienen miedo a ser señaladas... cada caso es un mundo y complicado de opinar en general.

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