sábado, 24 de enero de 2015

Los pecados capitales: la pereza y el machismo

De los siete pecados capitales (lujuria, pereza, gula, ira, envidia, avaricia y soberbia) creo que sólo soy culpable del segundo: la pereza. Estos últimos días la estoy practicando mucho. Ando tumbada en el sofá (en realidad, cuando me desplazo, cojeo) porque metí la pata donde no debía. Leo, como, dormito, me dejo bañar por Guille y poco más. Devoro los libros. Si no fuera por ellos y por Internet mi mundo se reduciría a lo poco que ocurre a mi alrededor (en este momento, al lejano ruido de un camión de la basura y al paredón oscuro, negro bajo la escasa luz de las farolas, sin ninguna ventana iluminada, que veo neblinoso por culpa de la suciedad de los cristales del balcón -llovió hace un par de días-).



De este microuniverso, presto atención a una crítica que venía en el periódico sobre la película Cincuenta Sombras de Grey. La ponen a parir. Pero, sin duda, la película superará al libro (parecía escrito por un adolescente onanista y machista). El machismo debería ser otro de los pecados capitales, y no la lujuria (las relaciones sexuales son agradables, se disfruta y no hacen daño a nadie si se toman las medidas correctas). Cincuenta Sombras de Grey no deja de ser el cuento de la Cenicienta con un príncipe sádico. Casi todos los libros que nos cuentan la historia de la Cenicienta, tienen éxito. Harry Potter es otro de ellos, o Eclipse. Personajes anodinos en la monotonía de su vida que se convierten en el centro de la atención.

Puede que Belén Esteban tenga éxito porque es una especie de Cenicienta, aunque es un personaje que no comprendo. Su mérito original fue parir la criatura de un torero que ya, para muchos, ha pasado al olvido. Ahora la han encerrado en una casa con un montón de gente parecida a ella. Ayer salía en el periódico por la parida que soltó: No voy a dejar que un hombre coja la fregona mientras haya mujeres en la casa (¡manda huevos! -sí, está mal escrito, pero es que me estoy refiriendo a los genitales masculinos). Desconozco si tiene algún hijo -no es cuestión de llamar a mi madre a estas horas para preguntarle: ella seguro que lo sabe-, por el bien de él, espero que no. El machismo, que parece proteger a los hombres, en realidad los lisia, incapacitándolos para muchas labores que le serán imprescindibles en el futuro y castiga a las mujeres que están en su alrededor (si es que, hoy día, alguna aguanta a su lado). 

4 comentarios:

  1. Lo de meter la pata es común entre tertulianos y gentes que andan por las obras.

    Lo de "...me dejo bañar por..." junto a las sombras greysianas lleva una alta carga de erotismo (que diría el tópico).

    Qué la recuperación sea pronta.

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    1. Efectivamente fue en una obra. Llevaba más de un año cerrada por falta de presupuesto. Fui a echar una ojeada porque había acumulada agua en el sótano, al pasar por encima de la tabla que cubría el foso del ascensor, cedió porque se había podrido y me di una leche. Al principio sólo sentía una leve molestia en el hombro. Tardó mucho en empezarme a dolor la pierna. Cuando me quité la bota, berreaba. Debo tenerla vendada y en reposo durante dos o tres semanas. De momento llevo casi una, pero creo que ya está prácticamente bien.

      Por desgracia, nada de erotismo en eso que me deje refregar la espalda. Apenas podía mover el brazo derecho -soy diestra (la próxima vez procuraré caer sobre el hombro izquierdo)-. Ya está bien y no necesito ayuda.

      Muchas gracias por tus palabras.

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  2. El machismo... los hombres y las mujeres tenemos por igual las mismas facultades para cumplir tareas, de asumir deberes y de gozar de derechos, aunque en esencia somos distintos, tanto a nivel emocional, psicológico como físico, somos iguales en capacidades. Eso los machistas no lo ven, y ni siquiera se percatan que un mundo sólo con mujeres puede sobrevivir, pero un mundo sólo con hombres no sobrevive más de una generación. Dicho esto, viva las mujeres, junto a su inteligencia, su belleza, su capacidad de brindarnos felicidad, un poco de estrés, de hacernos sentir útiles. Al momento de escribir este comentario, te queda una semana de venda, pero no lo subestimes, cumple el tratamiento al pie de la letra.

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    1. Qué bonito lo que escribes.

      El caso es que hay más mujeres machistas, que hombres.

      Hay que reconocer que físicamente somos más débiles, pero también somos más cabezotas, y si, por ejemplo, no somos capaces de tirar una pared a patadas, cogemos una maza y nos liamos a dar porrazos hasta tirarla.

      Te ha quedado muy bien lo de a pie de la letra. Del brazo ya estoy bien y estos días ando recuperando el tiempo perdido en el trabajo. Menos mal, porque me estaba aburriendo mucho.

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