viernes, 21 de febrero de 2014

Rara avis

De toda mi familia, el único bicho raro que tenemos, es mi cuñada (casada con mi hermano mediano). En su familia, sólo a ella la consideran una persona normal. 

Una de las características que la hace tan peculiar, es su extrema sinceridad. No hay pensamiento en su cerebro que no pase por su boca en forma de palabras, aunque eso la perjudique. En una ocasión reprochó a una madre cómo llevaba vestido a su hijo, de unos cinco o seis años de edad. La vestimenta de la criatura delataba la frustración de la madre por no haber parido una niña. Se montó un pollo y casi termina apaleada. Si alguien cruza un semáforo en rojo con un coche de niño en su presencia, seguro que se lleva un bocinazo capaz de paralizarlo. La he visto incluso regañarle a una monja que tiró con el bajo de su hábito el vaso donde la gente echaba monedas a un indigente. 

Esta mañana me llamó temprano (serían las diez más o menos, que para ella es plena madrugada). Ha planeado abrir un negocio. Hace poco, después de ver un episodio del CSI donde volaban un camión de comida, se imaginó en uno de esos vehículos preparando perritos calientes, gofres y bocadillos de lomo delante de los institutos, colegios, obras y edificios de oficinas. Desde que está casada sólo ha trabajado en la restauración (se le da mejor mandar que cocinar). Supuse que persistía con esa idea. En estos tiempo, en los que cualquier negocio abre con el letrero de Liquidación por Cierre en la trastienda, me pareció una locura desde el principio, antes de saber a qué pretende dedicarse en esta ocasión. ¡Se ha apuntado a un curso de Tarot!!! ¡Quiere ser una de las brujas que leen las cartas en los canales cutres de la TV!!! Por fortuna es una de esas personas que tardan menos en olvidar una idea que en tenerla. 


6 comentarios:

  1. No es mala idea que tu cuñada tenga ideas locas, pero lo del tarot... Mamá siempre decía: "si ellos de verdad vieran el futuro, serían millonarios, ¿para qué vivir harapientos, ganándose unas monedas leyéndoles el futuro a otros? Siempre he tenido en la cabeza que el futuro es estimable mas no precisable. A menos que existan los viajes en el tiempo. Algún día escribiré sobre eso. Viajes en el tiempo, libre albedrío, paradoja del abuelo, y otras cosas aparentemente imposibles, como conocerte a Guille y a ti en persona. Digo imposible para que NO nos vaya pasar como le pasó a tu primo con la señora, que yo descubra a una señora que no habla, un señor con ganas de matarme y tú a un chino con cara de perdido y/o psicópata.... interesante...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No voy yo a opinar sobre este caso concreto, pero no comparto el comportamiento de quienes se ufanan de ser muy sinceros, de ir siempre con "la verdad por delante". Si tengo cierta amistad, discrepo diciendo que hay que ir con educación, cortesía, diplomacia..., pero que, con la verdad por costumbre, se cometen muchos errores y ofensas. Les digo, por ejemplo: Tu ves venir a un cojo, de esos "engañabaldosas" y tienes necesidad de preguntarle una dirección, lo abordas y le preguntas: Oiga, señor cojo, me puede indicar como llegar a... Lo más probable es que te de con la muleta en la cabeza, aunque le has dicho la verdad. En cambio, si le tratas solo de señor, con esa misma muleta te puede indicar la dirección que buscas.

      Eliminar
    2. Lo bueno de esta situación (hay que encontrar siempre lo positivo a todo) es que mi cuñada es muy dada a creer en estas personas que echan las cartas (se gasta alrededor de 30 € cada vez que va a que le digan cuatro tonterías). Ahora que sabe que no necesitan ni título ni cursillos de ninguna clase y sí tener mucha labia, espero que recapacite y se gaste la pasta en cosas más sensatas.

      Siempre me ha gustado las historias de viajes en el tiempo. Estoy convencida que existirán en un futuro muy remoto, pero sólo visuales. Si vemos la luz que emitieron algunas estrellas hace millones de años... ¿no se podría captar y ampliar la imagen de lo ocurrido en la Tierra en un pasado muy remoto? (¡Cuántos mitos se derrumbarían). Tendrían que reescribir la Historia, seguro. Podrían cazar a Jack el Destripador, ver quién se cargó a JFK...

      Lo de conocernos, no es una idea tan descabellada. Vivimos en el mismo planeta, y hoy día, si las fechas no se imponen, se pueden encontrar vuelos muy baratos. (Por Guille no te preocupes, cuando se pone farruco, le pongo el bozal -es broma, que mi Guille es un santo-).

      Eliminar
    3. Las personas que son excesivamente sinceras me recuerdan a las que presumen de ser políticamente incorrectas y se jactan de ir a 150 Km/h por donde sólo se puede ir a 90 o de beber 5 whiskys y ponerse a conducir.

      Lo de mi cuñada es un problema que cualquier día nos dará un disgusto, como dice mi madre.

      Eliminar
  2. Siempre me han enseñado que mentir es malo. De omitir información o de suponer que ya conocen dicha información y por ende no redundar no me han dicho nada. Lamentablemente en donde me crié, la sinceridad por lo general lejos de suscitar hechos incómodos son motivos de conversaciones amenas. Algo que tendré que corregir en pos de la globalización.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La sinceridad está bien. La sinceridad excesiva, que se convierte en entrometimiento (sobre todo si se suelta entre desconocidos, como suele ser el caso de mi cuñada, puede resultar peligroso). Cuando mi hermano la ve salir de casa, le suele decir, más en serio que en broma: Que no te abran un segundo ombligo".

      Eliminar