miércoles, 25 de diciembre de 2013

Leche de burra

Parece que la Navidad obliga a recordar. Esta noche sucumbí a las costumbres de Guille para irme a la cama: a las once de la tarde ya con la oreja planchada. El cansancio del día me permitió quedarme dormida casi de inmediato (o puede que fuera mero mimetismo). Ahora mismo son las seis y media, pero ya llevo un buen rato con los ojos abiertos como platos (no me asomo a un espejo porque seguro que tengo la apariencia de un búho electrocutado). Por no despertarlo, me he venido al salón, donde hay una enorme bombonera llena de chucherías. He buscado un bombón de esos que vienen en papel dorado, tamaño bola pin-pon, que tiene una avellana americana en su interior (no recuerdo cómo se llaman), pero he terminado entreteniendo la lengua con unos extraños caramelos que me compraban mis hermanos cuando era pequeña. Una de las pocas chucherías que me gustaban. Hacía siglos que no los veía. Ellos aseguraban que estaban fabricados con leche de burra. 


He investigado. Sentía curiosidad. Quería saber si era verdad o una de las muchas bromas que me gastaban mis hermanos. Existieron las pastillas de leche de burra, las vendían en las farmacias, eran como una chuchería para niños que además curaban la garganta. Ya no las fabrican. No tienen nada que ver con esos caramelos que me compraban mis hermanos y que eran como aspirinas de colores, ásperas en el paladar, con sabores extraños, muy poco dulces. Un mito menos. 

2 comentarios:

  1. Desde niño en Extremadura también escuchaba y decía "avellana americana". Se sigue empleando ese nombre en Sevilla, para diferenciarla de los cacahuetes, que simplemente llaman "avellanas" incluso "arvellanas".
    Resulta que después me enteré que la que llamamos "americana", deberíamos quitarle ese calificativo, porque proceden de Asia Menor y en cambio los cacahuetes o maníses sí son de origen americano. Simple confusionismo popular que supongo tendrá algún motivo. En ese caso yo soy otro de los "confundidos"

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    1. Desde que vivimos durante un periodo cortoen Tablada, tengo la costumbre de acompañar a la avellana del americana. También en Málaga se le llamaba al maní o cacahuete, avellana a secas. Hasta que no me trasladé a Granada, no supe que la avellana se llama maní (me sonaba a algo muy exótico).

      Feliz año nuevo.

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