lunes, 24 de junio de 2013

La Odisea de Penélope

Una de las películas que más le gustan a Guille de ciencia ficción, es 2001, Una Odisea en el Espacio. La veo intentando comprender, pero para mí sólo es como el traje del rey: invisible y cómica. Resulta muy gracioso cómo imaginaban nuestro pasado más reciente en el remoto 1968. Qué lejos estaban de sospechar el alcance que tendrían los ordenadores y los teléfonos móviles. Pero en parte no estaban tan errados: en el 2001 aún no se había conseguido la paridad entre sexos. 

Mientras veo la película, intento entretener las manos haciendo una pulsera de bisutería. Muy de novata aún. 


Guille me llama desde la casa de sus padres. Desgranada los negocios cerrados: el quiosco que había a dos manzanas de la casa paterna y en el que se podía comprar la prensa calentita a cualquier hora del día o la noche, ha desaparecido y la panadería donde comprábamos los payeses, ha sido sustituido por un minimarket. 

Es su primera llamada. Cuando llegó a Barcelona, me dio un toque: pensaba que estaría durmiendo (qué poco me conoce aún). En realidad fue como un interruptor que me permitió cerrar los ojos y dormir después de una noche en vela, temiendo que el teléfono sonara y no fuera su voz.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario