martes, 17 de julio de 2012

El corazón de la momia

Acabo de leer Tutakamón, de Thomas Hoving. Me gusta la historia, cualquier periodo, conocer lo que hacían nuestro antepasados en su tránsito por este mundo. Eso es algo que no se encuentra en el libro de Hoving. El título es engañoso. De lo que menos se habla es del Faraón. En realidad sólo relata las vicisitudes que tuvieron el egiptólogo y su mecenas antes, durante y después del descubrimiento de la tumba casi intacta. Adentrarse en sus páginas es como enfrentarse a un programa del corazón de la actualidad, donde se cuenta las miserias, reales o supuestas, que existieron alrededor del descubrimiento de la tumba. Puede ser interesante para una persona especializada y conocedora de todos los pormenores de ese descubrimiento, pero no para quien llega buscando un trozo de la historia de hace 3000 años y se topa con lo ocurrido hace sólo un siglo. Hay formas más divertidas de pasar las tardes de verano.

4 comentarios:

  1. Y has tenido moral para acabártelo Beka? Veo que tienes noche de trabajo. Ánimo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es una cosa que aún no he aprendido a hacer: dejar un libro que no me resulte interesante. Suelo pensar que "el próximo capítulo" seguro que encierra algo interesante.

      La noche de trabajo no ha sido tan larga. Ahora, con el verano, siempre hay alguien pululando por el ciberespacio con quien echar un rato de charla. Gracias.

      Eliminar
    2. Así pensaba yo: ¿Dejar un libro sin leer?. Me producía remordimiento de conciencia. Pero rebasados los 60 pienso que no hay que dudarlo.¡Al cuarto oscuro!
      El hozizonte de vida cada vez mas corto, para que perder el tiempo con una lectura que no gusta, on todo lo interesante que hemos de dejar de leer.

      Eliminar
    3. Sí, es algo que yo también debería aprender. De ese libro, lo único que he aprendido, es que realmente no se sabe prácticamente nada de Tutakamón.

      Eliminar