miércoles, 13 de junio de 2012

Libro plúmbeo

El viernes de hace dos semanas acompañé a Guille al dentista. Él llegó de casa, yo había tenido que ir a última hora a una obra por un problema de ocupas y llegué directamente a la clínica dental. 

Hay costumbres que tengo y que creo que él desconoce; pero es muy perspicaz, se da cuenta de todo. Aquí, en Granada, conservo muy pocos libros. Se ha ofrecido a colocar una estantería, pero prefiero que no lo haga, que todo siga siendo provisional, porque si terminamos acomodándonos, temo que nunca volveremos a casa. Los libros que tengo en esta ciudad, están amontonados en una mesa. Parecen en desorden, pero cada uno ocupa su preciso lugar. Tres grupos: los ya leídos, los que quiero leer inmediatamente y los que pueden esperar para ser leídos.

Guille tenía cita a las seis, pero el dentista desencajó la mandíbula del paciente que iba delante de él y la cosa se retrasó un poco (una hora). A mi segundo bostezo recordó que había cogido un libro para mí del montón "leer inmediatamente". Nocturna de Guillermo del Toro y Chuck Hogan. Lo seleccionó porque nos suele gustar el cine de Guillermo del Toro. 

El comienzo es muy prometedor: un avión aterriza en el aeropuerto sin dar señales de que algo va mal. Cuando todo está preparado para que los pasajeros desembarquen, nadie lo hace. Casi todos están muertos sin muestras de violencia. Como si la muerte les hubiera llegado en un instante, de forma fulminante, sin sufrir. Desde el primer momento sospechas qué ocurre y ruegas "Por favor, por favor, no me decepciones". Pero sí, sólo es otro libro de vampiros. Estas novelas, que únicamente tienen la historia para atraparnos y sorprendernos, no se pueden permitir el lujo de no ser originales. Diferente sería si la hubiera escrito, por ejemplo, Justo Navarro; con él lo importante no es lo que cuenta, si no cómo lo cuenta. 

3 comentarios:

  1. Espero que el dentista se portara bien con Guille y que disfrutaras con Nocturna, BK.

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  2. Acabo de percatarme yo solita que fue un Libro plúmbeo ;)

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    1. El dentista fue más cuidadoso con Guille, al menos no le desencajó la mandíbula como al paciente que le precedió. Y el libro, el primer tercio está interesante; luego se desmadra con el rollo vampiros, así que, sí, gracias, disfruté de la lectura mientras esperaba a Guille.

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