viernes, 27 de enero de 2012

Divagaciones 11

Advertencia: Es contraproducente leer el último libro de Elvira Lindo, Lugares que no quiero compartir con nadie, en público: produce carcajadas y la gente puede tomarte por loca.

¡Bieeeeen! Ya he conseguido Los Fantasmas de Edimburgo, de Eloy M. Cebrián (próximo libro que caerá). Es denso. Casi 500 páginas con márgenes mucho más estrechos de lo normal.

¿Qué se ve en la imagen? Yo veo a un tío calvo que vierte agua delante de una especie de trineo con el que arrastran la enorme roca. Tenía una monjita que se obstinaba en decir que no se sabía cómo habían construido las pirámides. Que había sido obra de Dios.... en fin, cuanto más recuerdo el internado (era católico -de misa obligatoria todos los miércoles por la mañana para las internas-), más convencida estoy de que es imprescindible separar la enseñanza de la religión -de cualquier religión- 


Aunque los colegios laicos no están libres de la estulticia de sus enseñantes (de algunos, pocos, por fortuna). Mi sobrinilla tiene 10 años y está en 5º. Es una niña que suele sacar sobresalientes y notables. Sólo sacó un bien el año pasado. Ante la pregunta: ¿Es simétrico el cuerpo humano? Ella dijo que no y razonó su respuesta: tenemos un solo corazón que está en lado izquierdo, un solo páncreas, hígado, etc. Menudo disgusto pilló mi sobrinilla. Lo que le preocupaba era que el profesor la tomara por tonta. Le dije que en su historia de lo sucedido con el profesor de Conocimiento del Medio, había un tonto, pero que no era ella. No me creyó. Aseguró que decía aquello sólo para consolarla. Ay, y nunca he sido más sincera.

Bueno, voy a seguir leyendo (intentaré reírme bajito, por los vecinos)

No hay comentarios:

Publicar un comentario