miércoles, 30 de noviembre de 2011

Lluvia cálida o el cuerpo de Dios

Entre uno de los muchos idiomas que traduce con fluidez Pere, está el japonés. Ahora mismo está en Tokio con un empresario textil catalán (animalico mío, espero que no haya durante su estancia ningún terremoto porque le dan mucho miedo). 

A Pere no le gusta la música pop japonesa actual (dice que parece que todos los cantantes se imaginaran dentro de un manga de baja calidad), y menos aún le gusta la estética de estos artistas (palabras suyas: "Es como si a un árbol raquítico de navidad lo cargas con todo lo que encuentras en el armario de tu abuela"). 

Sin embargo, me temo (los amores platónicos suelen ser frustrantes) que se ha enamorado de este tío (que no es japonés, sino coreano -coreano aún no lo habla, creo-). 


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