jueves, 20 de octubre de 2011

Los "hunos y los hotros"


Cuando era pequeña me llevaban al colegio en furgones militares. De vez en cuando el Ministerio del Interior informaba sobre un comando etarra por la zona y el riesgo de un atentado, y en los furgones, que sólo solía ir el conductor y un ayudante, de repente los acompañantes se convertían en una multitud, al incrementarse con una pareja de "Calimeros" (el apodo se debe a unos dibujos animados antiguos). PA Policía Armada. Dos soldados con casco blanco y cetmes apoyados en sus rodillas durante todo el trayecto. Los primeros días nos subíamos al furgón como si nos llevaran al matadero. La sensación de peligro inminente era muy viva. 

Hoy que ETA ha anunciado el cese de sus asesinatos, la sensación es agridulce. No creo que sea definitiva esta tregua que da. Dentro de pocos meses culparán al gobierno de no satisfacer sus exigencias y las querrán imponer a la fuerza, con asesinatos. Pero, al menos durante unos meses, estarán "apaciguados" y muchos niños de militares o simple ciudadanos, dejaremos de ser posibles "daños colaterales" de este "conflicto armado". 

Lo de los "hunos y los hotros" no es una burrada ortográfica. Sólo hago alusión a Unamuno. Estoy contra los "hunos", los etarras cuyo único razonamiento es meter una bala en la cabeza, y estoy contra los "hotros" los que son incapaces de ver quiénes son las víctimas reales y, por su miedo a ser considerados pro militaristas, o no suficientemente modernos o ... (¿qué ideas puede pasar por la cabeza de quien no censura los atentados de la T4 o los del Hipercor de Barcelona?) 

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