miércoles, 3 de agosto de 2011

Encuentros en la tercera fase

No sé si es verdad o una leyenda familiar. Cuenta mi madre que su primo Currichi murió en un accidente de tren después de haber sobrevivido a un descarrilamiento ese mismo día. ¿Pero cómo no creer en las casualidades? Mi propio nombre y primer apellido los he encontrado escritos en una novela. Mi mejor amiga del internado ha terminado casada con mi mejor compañero de la facultad (sin que yo haya tenido nada que ver). O esta canción, ahora me persigue por todas partes:

La escuché por primera vez este mismo año (aunque creo que es del siglo pasado), en el patio de vecinos del estudio de Granada. Me costó trabajo encontrarla en internet, porque había identificado a Sting, pero nada más (me daba vergüenza bajar al piso de mis vecinos y preguntarle por el título -supongo que lo hubieran considerado una impertinencia-). Luego, la escucho en el ipod de Guille (30 gigas de música, ni el mismo sabe lo que tiene ahí metido). Y finalmente, ayer, buscando una serie que sustituya a City Hunter, me topo con Yasha una serie japonesa que tiene como banda sonora la misma canción -si fuera un tío, tendría que ponerle una denuncia por acoso (ja!)-.

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